El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha sido suspendido provisionalmente por el organismo rector mundial del fútbol, FIFA.
Rubiales se negó a dimitir después de besar a la delantera Jenni Hermoso en los labios tras la victoria de España sobre Inglaterra en la final del Mundial femenino de fútbol en Sídney el pasado 20 de agosto y la desafortunada actuación en el palco de autoridades durante la final
FIFA optó por «suspender provisionalmente a Luis Rubiales de todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional» en un periodo inicial de 90 días.
De acuerdo con lo previsto en los Estatutos de la RFEF, Pedro Rocha Junco, asume la presidencia interina durante este periodo.
Once miembros del cuerpo técnico de la Selección femenina de fútbol han presentado su dimisión por «las inaceptables actitudes» del máximo dirigente de la RFEF» y muchas jugadoras han manifestado que ya no volverán a jugar sino hay un cambio en el órgano rector del fútbol español.
El escándalo por tales conductas impropias de un Presidente de una Federación de Fútbol ha generado una gran repercusión mundial que desafortunadamente no deja al fútbol español en el lugar que se merece y que ha obligado a FIFA a intervenir de manera urgente ante el clamor social y del mundo del deporte.